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lunes, 8 de febrero de 2016

UN WHATSAPP DESDE ULTRATUMBA. EL PAPA SILVESTRE II.

Silvestre II ha pasado a la historia como un papa científico, filósofo, inventor y erudito.
Durante su pontificado se le atribuían varios mitos y leyendas, entre las que destacan la de tener un pacto con el mismísimo Diablo, o la de inspirarse en libros herejes para la realización de sus inventos, como podían ser: astrolabios, relojes de aguja o ábacos.
Pero lo más curioso a día de hoy, es otra leyenda, que dice que cuando se acerca la muerte del papa, la tumba del papa Silvestre II, que vivió el fin del primer milenio, exuda más humedad de la habitual, lo que supone un indicio claro del fin del papado en curso.
Silvestre II está enterrado en la basílica de San Juan de Letrán.  Su pontificado duró poco, entre el año 999 y el 1003. Fue el primer francés en ser elegido para el cargo y, además parece ser que era un hombre sabio y preparado. Según la leyenda, de su tumba comienza a manar agua cuando la muerte de un papa está cercana. Walter Map, en el siglo XII, escribió que se podía ver un río de agua de la lápida hasta la tierra como claro presagio del fallecimiento. Pero no es este el único texto que recoge el hecho, sino que también lo podemos ver en otros textos de aquella época escritos por Guillermo Godell o Martino Polono. Algunas crónicas narran cómo la basílica de San Juan de Letrán se llenaba de barro por la cantidad de humedad que surge del sepulcro del papa en esos días previos al fin de un pontífice.
Y no es esto todo, ya que según parece, la lápida también suda cuando la muerte de algún cardenal u hombre principal está cerca, pero lo hace en mucha menor medida que cuando el sentenciado es un papa. 
Como final poético, podríamos decir que la tumba del papa Silvestre II llora la muerte de un papa antes incluso de que esta ocurra, como si mandara un whatsapp desde ultratumba anunciando cambios y muertes. Estoy seguro que en algunos círculos de las más altas esferas eclesiásticas, cuando la tumba empieza a sudar, éstos se acojonan.

Fuente: Curistoria. El cónclave, de Alfredo Urdaci
Fuente de la imagen: Wikipedia 

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