El origen de esta palabra archiconocida, según leo en un artículo, se remonta a la antigua Roma—como casi todo —. Tras la temporada de poda — en latín PUTA —. He de decir que en los traductores que tenemos a nuestra disposición en Google, a mí no me sale esta traducción tal cual; supongo que los doctos en latín podrán afirmar o desmentir lo dicho.
Habiendo recogido las ramas de la mencionada poda, las mujeres que deseaban quedarse embarazadas se sometían a un ritual por el que eran azotadas con estas ramas. Las sacerdotisas ejercían la prostitución sagrada en honor a la diosa, teniendo en cuenta que la prostitución estaba considerada como un bien social. Con el paso del tiempo el nombre de la diosa paso a denominar a la mujer que ejercía la prostitución. Fornicar. El verbo fornicar proviene de la denominada FORNICES, que eran las celdas donde las prostitutas recibían a sus clientes.
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